CADA POSTRE CON SU CAVA.






Maridar es todo un arte. Los hay expertos que dedican toda su carrera profesional a enseñar (mientras aprenden) la mejor forma de combinar un vino con un plato para que el resultado de una comida sea redondo. Se trata de equilibrar sabores, de conseguir una correcta armonía en la boca para crear sensaciones nuevas, diferentes y sorprendentes. Y no solo lo consiguen con el vino, sino con muchas otras bebidas y, en estas fechas, una que no puede faltar es el cava. ¿Sabías que cada postre funciona mejor con un tipo u otro? Sí, la repostería ha evolucionado tanto en los últimos años que las opciones son infinitas. La tendencia actual pasa por recetas con sabores aún dulces, pero más ligeros que hace unos años, con la inclusión de fruta fresca y sabores salados que nos dan la oportunidad de ampliar el abanico con bebidas menos dulces. Dinos qué vas a servir al final de la cena y te diremos con qué cava quedarte.

TARTAS Y REPOSTERÍA

Como regla general, para cualquier postre que se base en una tarta o bizcocho, acuérdate siempre de que lo mejor son los cavas semisecos o dulces. Aunque, si dominas un poco esto del maridaje, podrás elegirlo teniendo en cuenta la cantidad de azúcar que lleva la receta y la acidez que tenga, moviéndote siempre entre los cavas brut nature (con un máximo de 12 g de azúcar por litro) hasta los semisecos (que tienen entre 32 y 50 g de azúcar por litro) y rosados.

POSTRES CON CHOCOLATE

Según el Institut del Cava, los cavas más adecuados para un postre cuyo ingrediente principal sea el chocolate son los cavas brut nature gran reserva (es decir, con más de 30 meses de crianza). Si, además, son de crianza en madera, mucho mejor, ya que las levaduras, las especies dulces y los frutos secos combinan a la perfección con el amargor del cacao. Y si lo que tienes delante es un postre a base de chocolate blanco, quédate con un gran reserva rosé.

POSTRES CON FRUTAS

En el caso de postres más ligeros en los que entren en juego frutas frescas, lo mejor es un cava brut nature reserva que nos permita conseguir esa armonía entre los aromas frutales del cava y los propios de este ingrediente principal. Además, si el postre viene dominado por los frutos rojos (como pueden ser las frambuesas, las moras o grosellas), podrías optar por un cava brut nature reserva rosé.

PARA UN BRINDIS ACOMPAÑADO DE TURRONES

Los turrones son un dulce de por sí contundente, de textura bastante densa, con una base casi siempre de miel o frutos secos. Por eso, el Institut del Cava nos recomienda buscar un cava brut gran reservaun cava brut reserva o gran reserva con crianza en madera, para que el carbónico de las burbujas que le otorga este tipo de crianza nos ayude a limpiar la boca, al mismo tiempo que su bouquet dulzón potencie el sabor del turrón y este, a su vez, potencie la parte más afrutada del cava. Todo un trabajo en equipo.

UN POSTRE A BASE DE QUESO

Por último, cada vez hay más personas que se deciden por un plato salado a modo de postre, como puede ser una buena tarta de queso (que es dulce, sí; pero lleva ese matiz graso del queso) o una tabla en la que este producto se acompaña de frutos secos, pasas y orejones. En este caso, lo mejor son los cavas brut, servido siempre a una temperatura adecuada, para aumentar la sensación refrescante del queso. Además, si el plato viene dominado por un queso graso o de oveja, elige un cava rosado; y si lo hace por frutos secos, lo mejor son los aromas de larga crianza, aún más adecuados para cerrar tu cena con una nota de diez.

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